¿Tendrá la fabricación ajustada un impacto más allá del taller?
En 1913, cuando Henry Ford estaba creando una organización altamente productiva basada en el flujo, aún no hablábamos de Lean Manufacturing, Lean Office ni siquiera de Lean. Hoy podemos decir sin temor a equivocarnos que fue el primero en utilizar estos conceptos.
El verdadero nacimiento de Lean tuvo lugar en realidad en un taller, justo antes de la Segunda Guerra Mundial, en 1937. No te sorprenderá leer que Toyota, en Japón, es la cuna del Lean Management. Basaron sus métodos en la reducción de la pérdida de valor añadido.
Tras el conflicto, cuando los suministros de materias primas y piezas de repuesto eran difíciles de conseguir, crearon el sistema Jidoka para identificar las averías lo antes posible y evitar tener que repararlas.
En los años 50, la fábrica Toyota se inspiró en los modelos estadounidenses para aumentar su productividad, por lo que desarrolló la producción justo a tiempo y todas las herramientas que la hacen posible.
En 1990 nació la palabra «LEAN». Miembros del MIT formalizaron estos principios en un libro titulado «La máquina que cambia el mundo». Fue un éxito mundial y llamó la atención de la industria de todo el mundo sobre la cultura Lean.
El auge del Lean en los últimos años
Con la globalización y el consiguiente aumento de la competencia desde finales de los 90, muchas empresas han optado por centrar su estrategia en la mejora de la productividad. La necesidad de rendimiento se está acelerando. Aunque esto es bueno para el consumidor, con una creciente gama de productos y precios más bajos, también es el final del camino para quienes no sean capaces de adaptarse.
Hoy en día, la filosofía de gestión Lean está «aceptada». Forma parte de las buenas prácticas, y todos los fabricantes utilizan ciertos principios. Tal vez no lo llamen así, pero el rendimiento está tan estrechamente ligado a ella que, cuando trabajan en una mejora, recurren sin saberlo a elementos de Lean.
A los grandes grupos les gusta mucho el Lean Management, porque lo ven como la mejor forma de producir mejor y más rápido. Es cierto, y unen a sus empleados en torno a ella. Hoy en día, las 5S, el Kaizen y otros proyectos visuales se utilizan a menudo como herramientas de comunicación interna. Es una buena forma de implicar a tus equipos en el proceso de mejora continua. Hacer del Lean la filosofía de la empresa inculcándola a sus empleados es una buena forma de ir más allá. Pero, ¿cuál es el nivel que debemos alcanzar mañana?
Digital Lean, la puerta abierta al progreso
Hoy en día, la gestión Lean no ha cambiado sus principios. No ha cambiado su objetivo, pero aunque los implicados llevan varios años aplicándolo, su método está empezando a agotarse. Cualquiera puede encontrarse en esta situación. La productividad se ha disparado, la calidad ha mejorado, y ahora que todo está en su sitio… no hay margen de mejora…
El primer principio de Lean es «la mejora es infinita». Pero, ¿qué dirección debemos tomar para seguir aumentando el valor añadido?
En el siglo XXI Las nuevas tecnologías están aquí para ayudarnos. Y si tu taller está equipado con todas las herramientas para un rendimiento impecable, ¿puedes decir lo mismo de tu administración? Y si todos tus departamentos disfrutan de un rendimiento sobresaliente gracias al Lean Management, ¿puedes decir lo mismo de la comunicación entre departamentos?
Éstas son las áreas de mejora del mañana, utilizando las nuevas tecnologías para ganar en todos los frentes.
Tus indicadores de Lean Management en el taller son fiables, pero ¿quién los actualiza? Tus jefes de equipo emplean su valioso tiempo en redactar informes diarios, semanales o mensuales con el objetivo de comunicar los resultados. ¿Y las cifras son exactas? Hoy, gracias a las nuevas herramientas tecnológicas, puedes facilitar la medición y la elaboración de informes. Puedes ahorrar a tus jefes horas a la semana, dándoles la oportunidad de encontrar nuevas formas de mejorar.
Piensa en la Oficina Lean
Lean Office es la adaptación de los principios Lean a todos los departamentos distintos del de producción. Hablamos de oficinas en contraposición a talleres. Aquí hay mucho margen de mejora, ya sea en la comunicación, en los sistemas de información o en la contabilidad. Hablaremos de esto último:
La Contabilidad Ajustada es también el ejemplo perfecto de cómo mejorar los servicios de apoyo. Es a la contabilidad lo que el Lean Manufacturing es a la producción. Aunque poco conocida y mucho menos utilizada que su hermana mayor, la Lean Accounting ha demostrado su eficacia en muchas empresas. Aplicando diversos principios, como organizar los costes por cadena de valor, cambiar la forma de valorar las existencias y modificar los informes presupuestarios, ayuda a mejorar los resultados financieros de una empresa. ¿Quién dijo que el Lean sólo se aplicaba en el taller?
Así que la mejora Lean aún no ha terminado, y todavía hay muchas oportunidades abiertas para ti. Sólo se han citado algunos ejemplos, pero las nuevas tecnologías y la Oficina Lean aún nos ofrecen muchas formas de brillar. Ahora no hay motivo para dudar: la mejora aún no ha terminado…